El rincón de Pandora

martes, 26 de abril de 2011

Mundo Bruja



Nunca quizo que la confundieran con una pobre mina, se trataba de una necesidad potente que la perseguía desde su infancia.
Mostraba, sólo aveces, un trocito de su vida. Su discípula, compañera entrañable, intentaba convencerla para que las braguitas fueran colgadas en otra cuerda. Sin embargo, no era capaz de detener el aullido que comunicaba a las demás, un aliento que salía de las entrañas e impreganba los poros de las presentes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buena forma de demostrar la incertidumbre